En Conciencia creemos que toda persona, sin importar dónde nazca, tiene dentro suyo una chispa capaz de transformar su vida y su comunidad. Pero esa chispa necesita acompañamiento y oportunidades para encenderse.
Desde 1982 trabajamos para hacerlo posible. Cuando alguien descubre que puede terminar la escuela, acceder a la universidad, emprender un proyecto, conseguir un empleo digno o involucrarse en su comunidad, algo cambia: se construye el futuro y nace la esperanza.
Eso es Conciencia: construir vínculos genuinos con las personas y comunidades, y acompañar cada camino con cercanía y compromiso.
Lo hicimos en la transición democrática, cuando la sociedad necesitaba volver a confiar.
Lo hicimos en los años de crisis, cuando la desigualdad y la desilusión amenazaban con romper el tejido social.
Y lo seguimos haciendo hoy, en cada provincia, en cada escuela y en cada comunidad que acompañamos con nuestro trabajo.
Porque creemos en la educación como motor de cambio, nuestra tarea y nuestro horizonte es acompañar, con vínculos genuinos, la construcción de una Argentina de convivencia pacífica, con ciudadanos responsables que valoren y respeten vivir en democracia.